Sobre unas Maestras del Proceder
- angiebrenes
- 19 jun 2023
- 1 Min. de lectura

¿Qué tienen en común personalidades como Nelly Furtado, Isabel Allende y Virginia Woolf? Que recuerdan con mayor gusto sus inicios cuando creaban desde el corazón con libertad. Después les cayó la industria y "dinero" y "ventas" empezaron a repetirse en sus conversaciones más que "brillo", "poder", "expansión" y "amor".
Me gusta pensar que hay un duende travieso que trae amarrado de la cintura un pequeño costal con polvo mágico que al soplar a los artistas opaca sus sentidos y el amor se desvanece. Deja de estar a la vista, deja de ser escuchado, deja de hablarse... y por ende, el alma empieza a perder movilidad, como si empezara un proceso de oxidación.
Escribir por escribir, cantar por cantar, bailar por bailar, actuar por actuar, existir por existir. Sin las miradas, ni las supuestas varas medidoras de éxito en nuestro radar. Hoy nada ensucia más la creación que palabras como "seguidores" y "comercial" y pareciera que defender la pureza del proceso de creación fuera una declaración de guerra a recibir, a verse beneficiado.
Es peligroso meter la parte comercial a la ecuación de la creación. Puede manchar el proceso y peor aun, alejar al artista de la fuente de magnificencia.
Todo por unos cuantos pesos...
Fue mi papá quien me enseñó a mantenerme true to myself . A no venderme, claro que lo hice y claro que no funcionó. La vida reforzó la lección afortunadamente, pero también son estas maestras las que confirman que la libertad para crear es un lujo que el dinero no puede comprar.
Por eso, decidí fundar Casa Editorial Felina. Un negocio que representa la rebeldía con sabiduría y la determinación con apertura.



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